Viviendo la buena vida
Parecía que Richard sabía lo que deseaba y se sentía feliz de poder aprovechar todas las facetas de su carrera como artista. ¿Qué es mejor? El Pequeño Hércules había aprendido a vivir con todo el renombre y la riqueza que acabó encontrando por el camino como resultado de su duro trabajo. Richard pudo llegar a conseguir algo que muchos adultos jamás consiguen: niveles de fama legendarios.
Todo ese trabajo en el gimnasio y las sesiones de entrenamiento parecían haber dado sus frutos. Toda la humanidad deseaba tener a Pequeño Hércules en su programa o para promocionar su marca. No había muchos jóvenes culturalistas que pudieran cumplir con todo. Richard sabía que sin dedicar toda su atención al gimnasio, jamás podría disfrutar de una vida así.