El recolector de almas viene y se va
Las tardes de otoño son algunos de los momentos más agradables. Hace suficiente frío como para no sudar demasiado mientras practica deportes, pero no está nevando, por lo que puedes jugar hasta la noche. Este es también uno de los mejores momentos en los que los camarógrafos desprevenidos pueden tomar una foto rápida del recolector de almas.
En esta imagen, vemos a un grupo de cinco niños disfrutando de un partido de fútbol americano cuando, de repente, una misteriosa entidad encapuchada aparece entre los equipos rivales. En la siguiente toma, vemos a los niños continuar su juego como si la personificación de la muerte no hubiera interrumpido su juego.