Calculadora compleja
Es fácil olvidarlo, pero hubo un momento antes de que todo el mundo tuviera una calculadora en el bolsillo. Antiguamente, eran del tamaño de un ladrillo y solo podían hacer operaciones matemáticas básicas. Pero seamos realistas: esas viejas calculadoras eran como intentar enviar mensajes de texto con un celular con tapa. Se podía hacer, pero no era sencillo.
Además, eran muy frágiles: si te equivocabas al pulsar un botón, tenías que volver a empezar. ¿Recuerdas el reloj calculador o el bolígrafo calculadora? Era como si fueras un agente secreto que resolvía problemas matemáticos tranquilamente sin que nadie se diera cuenta. Puede que aquellas calculadoras viejas no contaran con la tecnología más avanzada, pero sin duda tenían su encanto.