No dan las cuentas
Sinceramente, me sorprende bastante que alguien pueda ser tan tonto como este testigo: acabas de responder a la pregunta, ¿cómo puedes equivocarte tanto la segunda vez? Para el abogado, fue fácil demostrar que este es un testigo poco confiable. ¡No fue para nada difícil hacerlo!
Desgraciadamente, no existen estadísticas que demuestren con qué frecuencia los padres olvidan la edad de sus hijos, ¡ya que estoy segura de que ningún padre quiere admitirlo! Sin embargo, algo que sí es habitual es equivocarse con el nombre de tu hijo, algo que hemos corroborado más arriba. ¡Es la prueba de que los padres quieren mucho a sus hijos!