No me llamo Susan
A nadie le gusta que lo llamen por el nombre equivocado, porque puede hacer que se sienta poco querido, sobre todo cuando lo hace alguien con quien debería tener una relación cercana. Sin embargo, de acuerdo con una nueva investigación de psicólogos estadounidenses, que eso ocurra no es tan malo como crees. De hecho, ¡podría demostrar que te quiere de verdad!
Según estos investigadores, almacenamos los nombres de personas y cosas importantes, junto con otra información, en nuestra red semántica mental. Cuando pensamos en el nombre de alguien, tenemos que activar la información de esa red, lo que puede hacer que utilicemos el nombre equivocado accidentalmente. Así que, Susan, ¡deberías estar agradecida por este error!